Aquí un animal conocido y su comportamiento ante el otoño

 La vida de los osos cambia al ritmo de las estaciones. En otoño acumulan grasas para pasar el invierno adormecidos en el interior de la osera, en primavera tienen que recuperar energías e instruir a los oseznos, mientras que en verano buscan pareja y se refugian en los rincones más frescos del bosque.


A finales de septiembre los días se van haciendo más cortos y las temperaturas empiezan a descender: es el preludio del otoño. El otoño es la estación más importante para la supervivencia del oso, ya que es cuando tiene que acumular grasa para hacer frente al sueño invernal y a la reproducción.

Pero el alimento es más o menos abundante según los años. Las fuentes de alimentación del oso son diversas y a veces están alejadas, de manera que necesita disponer de facilidad de movimientos y de tranquilidad en los lugares donde encuentra su sustento.


Los frutos secos -avellanas, hayucos, bellotas  y castañas  y, en menor cuantía, los frutos carnosos -peras y manzanas silvestres- constituyen lo esencial de la dieta del oso. Hayas, robles y castaños, aunque no dan frutos todos los años, son la principal fuente de alimento durante el otoño, tal y como puede apreciarse gracias al análisis de excrementos. La bellota es el alimento más rico y buscado por el oso. Sin embargo, los robledales son escasos, sobre todo en el Pirineo, y hay años sin bellotas. El oso las recoge en tierra o a veces trepa a los árboles para tomarlas directamente de las ramas antes de que caigan y se las coman otros animales.

Durante el otoño, el jabalí se alimenta en los mismos bosques que el oso, lo que le convierte en un peligroso competidor. Además, las batidas para cazar jabalíes pueden provocar molestias a los osos, justo cuando necesitan alimentarse con tranquilidad para sobrevivir al próximo invierno. Las reservas grasas de las osas, por ejemplo, son un factor esencial para la reproducción y para la viabilidad futura de los oseznos.


El oso también consume en otoño frutos carnosos como los del serbal de los cazadores, los del majuelo o los de los escaramujos o rosales silvestres.

En noviembre o diciembre el clima se hace más crudo y el oso reduce sus movimientos. 

Fuente: https://www.oocities.org/colosseum/park/7136/oso-estaciones.htm







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