SEMANA DEL DESEMBARCO DE LOS TREINTA Y TRES ORIENTALES .
No todos eran orientales ni eran 33, pero la Historia poco se detiene en el detalle. Fueron gravitantes –y es lo que colectivamente se elige recordar– en lo que sucedió a partir del 19 de abril de 1825.
Editorial: Planeta Junior Ilustraciones: Viviana Garófoli Autor: Graciela Repún y Elena Hadida Este libro pretende entretener a través de la lectura, también estimular la observación y el diálogo sobre las diferentes conformaciones familiares Los contenidos amenos y la rica información que ofrecen las ilustraciones permiten realizar descubrimientos y enfocar la lectura cada vez, desde una perspectiva diferente. Se subraya en todos los casos la importancia del grupo familiar y la vinculación de sus integrantes a través del amor, la contención y la colaboración. También se estimula el respeto y la valoración de la diversidad. Te invitamos a buscar en las páginas de este libro las familias que se parecen a la tuya y a la de tus amigos..... ( Disponible en biblioteca)
Resumen: En este relato los protagonistas son un hombre y una tortuga gigante. El hombre que estaba al cuidado de sus hermanos pequeños enfermaba por momentos. Su amigo, que trabajaba en un zoológico, lo animaba para que se mudara a la selva ya que el clima del lugar lo ayudaría a sanar. Este amigo prometió ocuparse de sus hermanos pequeños a cambio de las pieles de los animales que el hombre enfermo cazara en la selva. De esta manera cerraron el trato y el señor enfermo se mudó a vivir a la selva, lejos de la ciudad de Buenos Aires que es donde residía hasta entonces. El hombre sanó, cazaba víboras y otros animales cuyas pieles enviaba a su amigo de la ciudad. Un día cazó hasta un tigre que estaba intentando rasgar la carne de una inmensa tortuga que se escondida en el interior de su caparazón. También intentó utilizar a la tortuga como alimento, algo que enseguida descartó puesto que vio a la tortuga gravemente herida en el cuello. El hombre sintió lástima así que la cuidó día y noc
LA MARIPOSA VANIDOSA Había una vez una mariposa muy vanidosa. Cuando volaba con las demás, siempre quería ir adelante y les decía:- No se me acerquen demasiado. Así puedo lucir mejor la suavidad de mis alas y los hermosos colores que tengo. ¿ Vieron cómo brillan al sol mis verdes, mis azules y amarillos? Sí, era muy vanidosa. Por eso no tenía amigos. Cuando la veían llegar, las otras mariposas se alejaban con disimulo. A ella no le importaba y se paseaba entre las flores agitando con gracia sus vistosas alas. Sobre todo le gustaba volar cerca de los niños que jugaban en los parques y jardines, para que pudieran apreciar su belleza. Se acercaba a ellos, descansaba un poquito sobre alguna flor o en el pasto y cuando la descubrían volvía a alejarse, coqueta. En verdad era muy bonita. Tenía en sus alas muchísimos colores...un verde parecido al de las hojitas recién nacidas, un celeste brillante como el cielo despejado, a
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